Siempre que hablamos de maquinaria de hostelería se nos plantea la eterna duda, que no es otra, que elegir que energía usar para dicha maquinaria de hostelería, gas o electricidad.
En el caso de otros países europeos la legislación o normativa tiene tantos requisitos en cuanto a la instalación de maquinaria de hostelería a gas, que directamente prefieren la electricidad. En España se plantean más dudas, cada opción tiene sus ventajas e inconvenientes, también depende de qué tipo de maquinaria de hostelería se trate (cocina, horno, plancha, freidora, etc).
Como norma general el uso de Gas plantea las ventajas de ser algo más económico que la Electricidad, alcanzar más rápido altas temperaturas y ser más versátil en cuanto a los elementos de cocina que utilizamos (no como en el caso de la inducción). Si hablamos por ejemplo de cocinas eléctricas su ventaja respecto al gas está principalmente en la seguridad, la facilidad de limpieza y que ofrecen un calentamiento homogéneo y regular (las resistencias de la maquinaria de hostelería eléctrica hacen más gradual el enfriamiento y calentamiento). En el caso de la Inducción además de la seguridad y el calentamiento homogéneo, proporcionan mayor velocidad y ahorro de energía.
En España generalmente se usa más el gas para maquinaria de hostelería como cocinas y planchas. En el caso de los hornos y freidoras, se reparte más el tema de la fuente de energía. No obstante, no debemos olvidar que platos ofertamos y que tipo de cocina necesitan, por ejemplo, un salteado se hace imposible en una placa de inducción, ya que al perder el contacto el recipiente, esta se apaga.
En definitiva, no hay una opción de maquinaria de hostelería mejor que otra, es una cuestión de ver nuestras necesidades y teniendo en cuenta sus ventajas e inconvenientes, decidir que es más rentable o adecuado a nuestra cocina.